Crítica: «Los miserables» (2012). ¡Coca-cola para todos!

817145_1Tampoco es cuestión de crearse un blog sólo para adular películas y venerar clásicos y directores fetiche (que también, todo se andará). Lo mejor de una critica es la contra critica, el debate… porque así es el cine. Nadie tiene la razón absoluta de nada (excepto Carlos Boyero.Por lo visto Carlos Boyero es el Julio iglesias de las criticas). Depende del día que la veas, el momento, la situación personal, una película será mejor o peor, llegará a donde tiene que llegar, o no. Bueno, tampoco tengo que excusarme tanto para escribir lo que me gustaría escribir. Y es que si, amigos, Los miserables me pareció una soberana mierda. Incluso una broma de mal gusto. Los verdaderos miserables de 2012 fueron los señores de la academia, que nos engañaron a todos. Todo sea dicho también, no aguanto los musicales, no me llenan, no me llegan, pero como he dicho antes, es una cuestión de gustos.

Desgrano un poco los temas que más me tocaron las narices para intentar explicarme y no acabar en la hoguera, y empiezo con una metáfora, que es así como más pedante: Es negra, hace ruido cuando la viertes, raspa la garganta y tiene un sabor extraño, pero da igual, nos han hecho para que la amemos, la tenemos que amar para no ser raro… Bien, los miserables tranquilamente podría ser la coca-cola del cine. El timo de la estampita, un caramelo sabor a tedio absoluto.
¿En que me baso para contradecir (con suma tristeza, pues deseaba ver la gran obra magna que me vendieron) lo que tantísimas personas piensan?

Bien, debo empezar diciendo que no he visto el musical de los miserables, aunque si me he leído la obra de Victor Hugo, y soy bastante tolerante con las licencias respecto a un libro dentro del cine. El lenguaje musical no es el mismo que el narrativo, así como tampoco lo es el cinematográfico. Si no te gusta una película basada en un libro te puedo entender perfectamente, pero si quieres ver algo igual al libro que leíste, vete a casa y vuélvelo a leer, pero no molestes. Dicho esto, la música me ha parecido espléndida (quizás repetitiva en según que tramos). a la par que el vestuario y algunos tramos (como el dúo Bonham Carter/Baron cohen, y el tramo inicial con un soberbio Jackman, e inesperadamente el breve papel de Anne Hathaway… Me quito el sombrero ante ella, cosa que pensé que no haría nunca. Pero quitando estos apuntes, el film es el tostón mas grande que he visto en mi vida.

foto-anne-hathaway-en-los-miserables-2012-295Los cansinos y excesivos primerísimos primeros planos de los personajes en la película llegan a hartar hasta tal punto, que solamente en dos o tres ocasiones logramos ver la Francia del siglo XIX, el resto son 150 minutos de primeros planos. La cosa era tan grave que en algunos momentos llegué a temer que la película acabase dentro del estomago de Russell Crowe (que por cierto, ¿fui solo yo, o quizás Russell Crowe se casca uno de los peores papeles de su vida? Que desastre de actuación, y que mal canta el pobre hombre.

Todo esto me hace pensar que:

1- Tom hooper es un cobarde.

2- Tom hooper es un mal director.

3- Las dos primeras opciones juntas.

No se trabajan las coreografías, no se trabaja la expresión corporal… Este tío se piensa que con poner colirio en los ojos de sus actores y plantando la cámara a 4 centímetros de sus caras va a conseguir emocionarnos, cuando bajo mi humilde punto de vista ha conseguido todo lo contrario.

A lo largo del interminable metraje, en la sala sólo se escuchaban risillas y se veían las lucecitas de los móviles consultando la hora cada veinte minutos. Nosotros no podiamos más que asistir atónitos al gran timo del año, y al circo que había montado en el cine. Un horror.

los-miserables-pelicula-foto-6No dudo que algún fan incondicional de la obra le haya sabido sacar jugo al film, porque indudablemente se le puede sacar jugo, pero para el resto que solo íbamos a ver un buen musical nos hemos encontrado con el mas absoluto tedio, con un aburrimiento infinito y una sensación de no entender que ha hecho que esta película tenga más puntuación que, por ejemplo, un desgarrador y crudo musical (con menos elementos dramáticos, pero bien explotados, ¡es que manda huevos!) como «Bailar en la oscuridad». Increíble, de verdad.

En fin, no pretendo convencer a nadie, porque por lo visto mi opinión es de lo mas inusitada. Sólo deciros que, por qué no, La volváis a ver e intentéis descubrir por vosotros mismos a lo que me refiero.

Lo mejor: Los primeros 40/50 minutos de metraje, La música, el vestuario (Cuando se ve) y algunas interpretaciones puntuales, como la de Anne hathaway y Hugh Jackman.

Lo peor: Los agotadores primeros planos durante los también agotadores 150 minutos de metraje. Una pena, porque la espectacularidad no es sinónimo de grandeza, amigos.

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